El Gobierno colombiano, a través del alto comisionado para la paz, Otty Patiño, ha anunciado su postura frente a la situación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras la decisión de esta guerrilla de reactivar los secuestros con fines económicos. En un comunicado emitido el miércoles, el Gobierno expresó su compromiso de hacer todo lo posible para que el proceso de paz con el ELN retome su rumbo. Esta declaración surge en medio de tensiones generadas por la división entre el ELN y el Frente Comuneros del Sur, una facción que opera en Nariño, departamento fronterizo con Ecuador.
La decisión de tratar al Frente Comuneros del Sur como una organización distinta e independiente del ELN responde a la ruptura anunciada por este grupo con la dirección central de la guerrilla. Esta medida parece ser una salida a la crisis en el proceso de paz, que se prolonga desde hace dos meses, cuando se decidió iniciar un diálogo regional con el mencionado frente del ELN. Para la guerrilla, esta negociación representaba una fragmentación del grupo armado, lo que llevó a la suspensión del séptimo ciclo de diálogos.
El comunicado gubernamental también aborda la reanudación de los secuestros con fines extorsivos por parte del ELN, reiterando su rechazo a esta práctica y su disposición a buscar soluciones para retomar los compromisos adquiridos en los diálogos de paz. Además, se menciona la continuidad de los preparativos para una reunión en Caracas, programada para fines de mayo, donde se cerrará y firmará el primer punto de la agenda de diálogos sobre la participación de la sociedad civil en el proceso de paz.
En medio de estas tensiones, el Gobierno espera que el Sexto Congreso del ELN sea el espacio para que la organización tome decisiones en torno a su transición hacia la paz. Con esto, se busca encontrar caminos más certeros para el futuro de Colombia en un contexto nacional e internacional que demanda avances reales en el proceso de paz total.